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¿Conoces qué es la Alta Sensibilidad?

Tanto los seres humanos como los animales presentan diferencias en la sensibilidad de percepción y procesamiento de información

Tanto los seres humanos como los animales presentan diferencias en la sensibilidad de percepción y procesamiento de información, en la reacción o respuesta que ejecutan ante los estímulos del entorno y en la adaptación a las diferentes situaciones que se les presentan, ya sean positivas o negativas (Greven et. al., 2019). Es decir, según nuestro grado de sensibilidad recibimos y procesamos la información de una forma diferente por lo que nuestra interpretación y vivencia cambia y, por tanto, nuestra respuesta también.

Aron y Aron (1997) y Aron et. al. (2012) definen la sensibilidad al procesamiento sensorial (SPS) como un atributo del temperamento que se caracteriza por una alta sensibilidad a los estímulos ambientales y estiman, además, que aproximadamente del 15% al 20% de la población podría considerarse alta en dicha característica. 

La persona con alta sensibilidad posee un sistema neuro-sensorial más fino y desarrollado que el resto, que les permite experimentar y percibir lo que les rodea de una manera más intensa y profunda. Por eso, pueden llegar a saturarse, sentirse estresados, bloquearse y al final acabar agotados.

Las personas con un nivel elevado de sensibilidad al procesamiento sensorial (SPS) son referidas habitualmente como Personas Altamente Sensibles (PAS), las cuales se caracterizan principalmente por:  

  • Capacidad de procesar la información de una forma más profunda: las PAS son capaces de captar gran cantidad de información, pero de una forma más profunda que los demás (Ahadi y Basharpoor, 2010) y no suelen tomar decisiones precipitadas, sino que se detienen y reflexionan antes de actuar (Aron y Aron, 1997).
  • Facilidad para la sobreestimulación: las PAS tienen una capacidad sensorial muy desarrollada, de tal forma que son capaces de procesar la información en umbrales sensoriales más bajos que el resto de la población (Dorado Bermúdez de Castro, 2016) les afectan diversos estímulos como la luz, ruidos fuertes, olores, etc.
  • Alta reactividad emocional ante los estímulos tanto positivos como negativos (Lionetti et. al., 2018) y una fuerte empatía por las emociones y sentimientos ajenos.
  •  Alta sensibilidad a las sutilezas: una gran capacidad para percibir los estímulos sutiles, los detalles y los matices del ambiente (Acevedo et. al., 2014) al poder captar la mayoría de los elementos que se les presentan y discriminar entre detalles y sutilezas visuales.

En definitiva, ser PAS es un rasgo genético, una característica neutra y, según quien lo mire, una ventaja evolutiva de la personalidad, si se conoce bien y se aprende a gestionarlo.