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La Importancia de Conocer y Empoderarse en el Ciclo Menstrual

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¿Qué te ha traído hoy aquí? Seguramente alguna vez te hayas sentido “inestable” o incomprendida. Unos días quieres comerte el mundo y tienes una energía sexual desenfrenada y a los tres días, sin motivo aparente, no te apetece nada socializar y solo piensas en esa maratón de series que estás a punto de devorar.

Pero ¿qué nos ocurre?

NADA.. ABSOLUTAMENTE NADA que no sea PERFECTAMENTE NATURAL.

Nos encontramos en la famosa “era de la información” y todavía se presenta al ciclo menstrual como un elemento estereotipado lleno de mitos.

Este tabú y desconocimiento de sus fases, características, síntomas comunes y alteraciones asociadas perpetúan el estigma social de la mujer, como un tipo más de violencia estructural hacia nosotras.

El autoconocimiento y la capacidad para entender las señales de nuestros cuerpos es indispensable para crear de forma adecuada nuestra identidad y empoderarnos. Cuando no ocurre, nos encontramos con diagnósticos erróneos y la sobre medicalización de procesos naturales, en vez de ofrecernos tratamientos alternativos, o simplemente ayudarnos a aceptar nuestra naturaleza.

¿Y si os dijera que el aceptarnos a nosotras mismas, con todo nuestro revoltillo de hormonas y diferentes etapas, no solo nos puede ayudar a mejorar nuestra calidad de vida, sino que además podemos sacar provecho de ello?

Vamos a comenzar por el principio. 

¿Qué es el ciclo menstrual?

No es más que la producción cíclica (mes, tras mes) de hormonas femeninas, mediante un sistema extremadamente complejo, y los cambios que produce en el cuerpo, durante la etapa fértil de la mujer.

¿Por qué la llamamos fértil? Porque no hay que olvidar que la finalidad de este, a fin de cuentas, es procrear (el deseo o no de hacerlo, ya es cuestión de nosotras).

Pero, esta etapa fértil ¿es para siempre? La respuesta es NO.

Las mujeres o personas menstruantes pasamos biológicamente por 4 periodos a lo largo de toda nuestra vida.

fases ciclo menstrual
Distintas fases del ciclo menstrual, desde la menstruación hasta la ovulación y la fase premenstrual

El primer periodo es en la vida intrauterina, cuando aún no hemos nacido. Entre el 3° y 5° mes de vida fetal se forman los ovocitos primarios, en torno a unos 6-7 millones, de los cuales solo llegan al momento del nacimiento en torno a 1 millón.

El segundo periodo es la niñez, donde nos vamos desarrollando hacia la pre pubertad, y comenzarán a aparecer los llamados caracteres sexuales secundarios femeninos a partir de los 7 años, fruto de los cambios hormonales.

Estos son:

El desarrollo del botón mamario y de los senos, el crecimiento del vello púbico y axilar, el cambio con respecto a glándulas de la piel, modificaciones en genitales externas y por supuesto la aparición de la primera regla, MENARQUIA, que suele aparecer entre los 12 y 15 años. 

El periodo fértil es la tercera etapa de la mujer. Llegamos con alrededor de cuatrocientos mil ovocitos inmaduros, que continuarán degenerando a lo largo de los años.

Paralelamente con este primer ciclo menstrual se promueve el crecimiento de 6 a 12 folículos durante los primeros días tras la menstruación, proceso que se repetirá con cada nuevo ciclo hasta el pre climaterio.

El cuarto periodo en el que nos aventuramos las mujeres es el climaterio. Según recientes estudios, a partir de los 35 años de edad las hormonas femeninas comienzan paulatinamente su descenso hasta que entre los 45 y 50 años comenzamos el climaterio hasta el final de la vida. 

En muchos casos, esta etapa nos acompaña aproximadamente a lo largo de 35 a 40 años.

Una cosa que es importante diferenciar es el climaterio de la menopausia, que es solo un día en la vida, exactamente el día que hace 1 año desde que no te viene la regla.

Así pues, volviendo al periodo fértil ¿Cómo sería un ciclo menstrual saludable?

El ciclo menstrual tiene una duración clásica de 28 días como mínimo (40 %) y 35 días como máximo

Se ha visto que en un 35 % de los casos los ciclos pueden ser más largos y en 15 % más cortos, irregulares o variables.

Esto ocurre normalmente durante los primeros años tras la menarquia, donde los ciclos largos son comunes y con los años tienden a acortarse hasta que, de nuevo se vuelven irregulares a medida que nos acercamos al climaterio.

En cuanto a la duración del sangrado, debe ser siempre menor a 8 días y la pérdida promedio de sangre es de unos 35 ml, aunque sería normal entre 20 y 80 mililitros (lo que vendría siendo una taza de café expreso).

Normalmente, la sangre es líquida y sin coágulos, y esto se debe a que se acompaña de una enzima llamada Plasmina que evita que se coagule.

A todo esto, de lo que acabamos de hablar es a lo que llamamos la fórmula menstrual.

Que no es más que el n.º de días sangrado / n.º días que nos dura el ciclo, y es de vital importancia que cada una de nosotras lo conozcamos para poder tener más poder y autocuidado.

Las hormonas predominantes que rigen en el ciclo menstrual son los estrógenos y la progesterona, y se ha comprobado en distintos estudios que influyen entre varios sistemas corporales, siendo los más relevantes los ovarios y el útero.

Se inicia así el ciclo ovárico y Endometrial, que son paralelos.

¿De cuántas fases consta mi ciclo?

El ciclo menstrual está compuesto por 2 fases biológicas diferenciadas que son:

  • La Folicular: donde predominan los estrógenos.
  • La Lútea: donde predomina la progesterona.

Pero para facilitar la compresión las solemos dividir en 4 etapas:

  • Menstrual.
  • Pre ovulación.
  • Ovulación: que consta de 1 solo día.
  • Premenstrual.

 A lo largo del ciclo se modifica el consumo de alimentos, ciclo sueño-vigilia, apetencia sexual, emociones…, todo relacionados con factores fisiológicos, psicológicos, culturales y sociales a causa de los cambios hormonales.

Por todo esto, es considerado como un indicador sensible de la salud femenina, dado el impacto que sus síntomas puede tener en los distintos ámbitos de la vida de la mujer (familia, las ocupaciones diarias y la vida social) y viceversa, pudiendo llegar a interferir en nuestro bienestar físico, cognitivo y emocional.

¿De qué dependerá la duración de nuestro ciclo?

Es importante saber que la fase lútea es de 14 días y se mantiene prácticamente constante.

La fase que puede variar en cada mes y que condiciona que unos duren 28 y otros 35 días es la folicular, y puede deberse a múltiples procesos y situaciones, entre ellas  el estrés, las emociones, enfermedades, fármacos, el clima, etc.

Por lo tanto, la ovulación la contaremos 14 días hacia atrás desde el 1º día de regla, dado que es la fase estable.

En conclusión, nos encontramos en una sociedad de tendencia lineal donde todavía no se le da valor a la circularidad de nuestro particular “baile de hormonas” y a veces carecemos de referentes estables y fiables.

Será fundamental aprender a identificar nuestros propios procesos, regularidad y en caso de necesitarlo, acudir a profesionales de referencia para ayudarnos a solventar los problemas que hayamos podido detectar o para aprender a adaptarnos y aceptar nuestra ciclicidad. 

En los próximos artículos discutiremos cómo comprender nuestro ciclo y adquirir nuestra capacidad de liderazgo en sus diversas etapas.